viernes, 15 de agosto de 2014

EL YELMO DE LA SALVACIÓN
Por: Siervo Inútil

Según el diccionario VINE yelmo viene del griego:
perikefalaia (περικεφαλαία, 4030), de pere, alrededor, y kefale, cabeza. Se emplea en sentido figurado en Ef 6.17, con referencia a la salvación, y 1 Ts 5.8, donde se describe como «la esperanza de
Salvación».

Como podemos ver, según esta definición, el apóstol pablo, escritor de ambas cartas; efesios y la 1era epístola a los tesalonicenses, usa la palabra yelmo en sentido figurado para referirse a la salvación del creyente. Pablo siempre se refirió a los creyentes como soldados que luchan una guerra (espiritual).

 En efesios 6:10-20 el apóstol, usa la analogía de una armadura de un soldado romano para darles a entender las armas espirituales que poseían para perseverar en dicha batalla contra las asechanzas del enemigo. Un soldado romano en plena batalla era vulnerable si peleaba sin casco; una flecha, la espada del enemigo  o una caída  se traducirían en perdida de la vida sino se tenía asegurada la parte más expuesta en una guerra. En este caso al decirles que tomaran el yelmo o casco de la salvación, podemos ver que en la vida de todo creyente es importante que su mente este siempre renovándose con una verdad fundamental: y es que hemos sido rescatados, redimidos o salvados por la sangre de Jesucristo, es decir, la seguridad de salvación es indispensable conocer para estar seguros que peleamos una batalla que ya la tenemos ganada, la cual cristo consiguió por nosotros (efesios 1:1-7,11-14; 2:1-10) estas citas muestran como el apóstol les muestra su posición eterna en cristo.
Por lo cual, siempre los exhortaba a que se fortalecieran en el poder de las fuerzas de nuestro señor Jesucristo, a vestirse con toda la armadura de Dios para afrontar con entereza y perseverancia la carrera que tenemos por delante, velando en todo tiempo y sobre todo estando firmes para resistir las escaramuzas del diablo.

En 1 tesalonicenses 5:17 el apóstol vuelve a usar esta analogía para indicarles que deben estar seguros de la esperanza  de salvación, ya que esta iglesia se preguntaba que les había ocurrido a los hermanos que ya habían muerto y su señor no había retornado. Por esta causa pablo les dice en el capítulo 4:13-17 que no se entristecieran como los que mueren sin esperanza, o lo que es lo mismo, sin cristo viviendo en sus corazones.

Ahora bien, un soldado romano sabía que podía morir en la batalla que enfrentaba, pero eso no le impedía razonar, que sin una vestimenta adecuada, sería una muerte  prematura, al estar expuestos más fácilmente a la muerte.
Su valor y lucha por su imperio era lo que los motivaba a entregar su vida por esta causa que para ellos era de orgullo y celo. En este caso el creyente al conocer su posición eterna en cristo, o lo que la teología llama “indicativos bíblicos” no les privaba de enfrentar la vida cristiana con valor al punto de dar su vida por la causa de su salvador, o como ocurría en este contexto, morir si ver cumplido su esperanza; el retorno de cristo. Por eso el apóstol pablo los insta a colocarse el yelmo como la esperanza de salvación.

Lo que motiva a todo creyente a perseverar en esta dura lucha o a pelear la  buena batalla de la fe, es que tenemos esperanza después de la muerte de reinar juntamente con cristo, o ser arrebatados con él en su segunda venida (1 Tes 4:17) pues si no fuera así, como dice la palabra: fuéramos los más dignos de lastima    (1 Cor 15:19)
 Ahora bien, mi punto aquí es mostrar lo equivocados que están muchos predicadores o pastores al negar esta gran verdad y fundamental para la vida del creyente; y es la seguridad de salvación. Muchos tienen miedo de enseñarle a la iglesia  esta verdad revelada por todas las escrituras porque piensan que eso llevara a los creyentes a pecar o irse al mundo sin saber que eso es imposible para un verdadero hijo de Dios (Rom 6:1-23; 12:1-2), otros por ignorancia y otros más por poseer la posición arminiana de la salvación, que esta se pierde. 

Lo que quiere decir que muchos dentro de las iglesias están pelando una batalla contra el mundo, el diablo, y la carne, sin casco o yelmo. Están siendo atacados y maltratados duramente por ser ignorantes de la necesidad de conocer la verdad. Ellos no viven y reinan en vida, porque no han recibido  las abundantes riquezas de la gracia de cristo (Rom 5:17) no están disfrutando de la herencia de los santos porque son como niños a cargo de un tutor (la ley) por eso viven en amargura tratando de agradar a Dios con sus esfuerzos carnales (gálatas 4:1-7) cuantos cristianos no están heridos y golpeados por mandamientos humanos desde los púlpitos, lo que equivaldría a flechas y golpes en la guerra.


Querido hermano ponte el yelmo de la salvación y disfruta a cristo, pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna (1 Tim 6:12) y persevera hasta el fin para plena certeza de la esperanza (Heb 6:11) y pídele a Dios que seas lleno de su conocimiento para que sepáis la esperanza a la que hemos sido llamados (Efe 1:15-19) y para que conozcas lo que él nos ha concedido (1 Cor 2:12) Paz a vosotros:!!!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario